jueves, 11 de junio de 2015

Politica de cookies, ¿sabemos lo que aceptamos?


¿Recordamos qué es una cookie?

Se trata de pequeñas informaciones enviadas por los sitios web, las cuales se quedan almacenadas en nuestros navegadores. De esta manera, el sitio tendrá conocimiento de la actividad que realizamos previamente en dicha página. El ejemplo más claro son las contraseñas que utilizamos para ingresar a las redes sociales.

Estos archivos temporales no son ni gusanos, ni troyanos, ni ningún tipo de spam. Más bien se trata de un rastro que dejamos digitalmente que, más que perjudicar, mejora la experiencia en la navegación al ofrecer una actividad más personalizada.
Son la piedra angular de la publicidad on line. Así, si previamente hemos visitado una web sobre formación, en las páginas que visitemos a continuación nos aparecerá publicidad relacionada con esta temática.

Las cookies están tipificadas por la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la información y de comercio electrónico.


¿Por qué aparecen los mensajes sobre política de cookies?

Como usuarios tenemos derecho a ser informados sobre la finalidad y la utilización de las cookies. Toda web debe aportar información explícita, así como algún tipo de funcionalidad para poder rechazar o aceptar la instalación de estos archivos temporales. También deberá informar sobre qué tipo de cookies instala, para qué se usan y cómo se pueden rechazar.


¿Qué ocurre al declinar esta política?

En caso de no consentimiento de su instalación, la Agencia Española de Protección de Datos asegura en su "Guía sobre el uso de las cookies" que habrá casos en que la no aceptación impedirá el uso total o parcial del servicio.


¿Y si un sitio web incumple esta normativa?

Se contempla el incumplimiento del artículo 22.2 de la LSSI sobre la necesidad de que todo usuario conozca para qué fines se utilizan las cookies, lo que se considerará como infracciones leves y se podrán aplicar sanciones que pueden llegar hasta los 30.000 euros.


¿Se pueden desactivar las cookies?

Estos archivos pueden desactivarse accediendo a las preferencias de Internet de nuestro navegador en la pestaña de privacidad, donde se pueden elegir varias opciones de personalización: desde no dejar que se alojen en nuestro ordenador aquellas cookies con fines comerciales, hasta denegar el acceso a todas ellas.

Fuente El Mundo

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